Hoy caminando por la UTA, me encontré de frente conun rostro conocido, no sabía si se llamaba Andrea, Carolina o Veronica, en realiadd ni siquiera tenía idea si llevaba alguno de esos nombres, solo sabía claramente que ambos cursabamos la misma carrera puesto que ella es algo asi como Gotica, y que teniamos algunas asignaturas en común, pero que jamás habiamos cruzado algun tipo de palabras, salvo las rigurosas "¿tienes los apuntes?", "¿Cuando es la prueba?", etc.
Dentro de la capacitacion de la alfabetización digital, está Teresa Mendoza una jovén peruana con quién tampoco nunca he cruzado palabras, pero que constantemente me deja mensajes en mi blogs y yo en el de ella, pero que al vernos en los talleres somos dos perfectos desconocidos.
Es por esto que a veces me pregunto que pasa entre todos nosotros, me parece que alguien debe presentarnos oficialmente para recien entablar comunicación, o sino somos un ente mas entre todos los que diariamente vemos pasar diariamente.
Claro está, que yo tampoco podría distinguir a Teresa y mi compañera de carrera (creo), sino fuera porque ellas tienen alguna característica especial que las resalta de todos los demás, y hace que si las recuerde, porque en este caso la diversidad juega a su favor, algo que pocas veces ocurre y deberiamos fomentar porque ¿Cuántas veces no he pasado al lado de alguien con quién también comparto algún espacio en común y ni siquiera saludo? Si asi lo hicieramos a diario, nuestras redes de comunicación, expresion y tolerancia serían mucho maa amplias y completas.
Solo a buen entendedor, pocas palabras...