Se supone que ese dia se celebraría un cuimpleaños infantil mas, no habría ningun evento extraño ni nada que lo sacara a de lo comun y trivial, salvo que esta ves se trataba de la pequeña hija de unos amigos. Pero como son mis amigos, no podian ser menos y ya que ambos padres de la pequeña Sofía no profesan ninguna religión, y al igual como lo hicieron con su matrimonio, ese día nos sorprenderon a todos los presentes realizando un bautizo simbólico con todas las faramañas correspondientes. Fue todo muy especial y rigurosamente ceremonioso.
Todo el ambiente que se creó en ese momento fue muy similar al que hubo en su matrimonio, porque todos los que estabamos presentes, nos dimos cuenta que era algo de verdad, que se estaba efectuando por una necesidad intrinsica de hacerlo, lo cual tiene mucho mas valor porque se trataba de una actividad de corazón, no por cumplir, no de una ceremonia a la que todos recurrimos porque es algo que se acostumbra entre familias y de generación en generación.
Es por eso que muchas veces es mejor las ceremonias de corazón que las tradiciones por obligación, a buen entendedor, pocas palabras.
Los chinos de sabiduria ancestral saben que la mejor forma de vivir la vida es manteniendo las tradiciones, pero debemos acatar las tradiciones porque son tradiciones, creo que la vida se vive haciendo lo que el corazon siente, por eso no hay papel que diga como vivir y por cierto regla alguna que diga que hacer para celebrar una gran ceremonia, somos lo que somos no por las tradiciones impuestas sino por el sentimiento interno entrañable que nos dice juntos somos lo mejor y nos debemos demostar cariño y amor. Felicidades por lo menos sabemos que hay otro grupo de personas que se quieren y respetan sus tradiciones.