A Cambio
Mi mente marcha incansablemente por la naturaleza de tu cuerpo.
Mi cuerpo se diluye incesantemente por el mundo de tus labios.
Mis labios se humedecen bastamente con la esencia de tu aroma.
Mi aroma se confabula precipitadamente con la sombra de tus párpados.
Mis párpados dejan de agitar su labor con cada adiós que se desprende de tu partida.
Mi mente agotada por tus palabras al viento de hojarascas rasgadas,
de libros viejos y maltrechos, de silencios ocultos y verdades vetadas.
Mi cuerpo cegado por el contacto de tu piel sobre la mía áspera y solventemente expectante a tu inmediación.
Mis labios partidos, curtidos, roídos, pero como soliloquios de medianoche esperando el manantial avaro de los tuyos.
Mi aroma, ese aroma que detesto al rememorar el tuyo, aroma de flores del sur, aroma del smog de Santiago, aroma de sueños inconclusos, aroma de miedos al amor.
Mis párpados agobiados que añoran cesar su faena y ver la luna en la noche obscura, crear las estrellas y dártelas en un abrazo, ver el mar a través de tus manos, presenciar tu corazón, ese esquivo corazón con los ojos cerrados.
Mi mente, mi cuerpo, mis labios, mi aroma, mis párpados,
te los concedo a cambio de tu silencio, a cambio de tus abrazos, a cambio
de un te quiero, a cambio ....
No, no te pido nada a cambio.