Con el paso del tiempo nos fuimos dando cuenta que las clases de computación solo eran una excusa para acercarnos a las personas, que ellos también nos conocieran, que no solo deribarramos la brecha digital, sino que también la generacional, la de los prejuicios, la de los estigmas.
Hoy puedo decir que tuve compañeros que viven en Vitacura, San Bernardo, Padre Hurtado, Boston, Nueva York, Buenos aires, Sau Paulo... y no por eso somos diferentes, todos creemos en un país... perdon en un Mundo Mejor, mas solidario, mas igualitario, mas unido, mas cordial y respetuoso, donde no importe el dinero que tienes, como vistes o que musica escuchas, sino que lo principal es (como lo viví durante dos semanas) que lo que vales como persona y lo que tienes para entregar es único, valedero y se agradece el ser como es.
No se hasta cuando continué esto pero no quiero que termine a sido uno de los proyectos mas bellos en los que he participado y a pesar que voy con todo el espíritu de voluntario igual siento que tengo una tremenda deuda con la gente tanto como alumnos como los que organizan.
Excelente post mauro y muchas gracias por sus comentarios en mi blog!!!